Nuestra Historia

 

Empezando una nueva obra

En 1982 un grupo de hermanos se encontraban buscando la voluntad de Dios. Salieron de la Iglesia en donde se congregaban, sin saber los planes que Dios tenía para ellos. En ese entonces todavía no tenían un pastor que los dirigiera. En la primera reunión de ese grupo, empezó haber una orientación en lo que Dios quería hacer con ellos.  Fue ahí donde esos hermanos y hermanas clamaron a Dios para dirección de Su voluntad, y en ese momento el poder del Espíritu Santo descendió desde el trono de Dios, dándoles consuelo y fortaleza para el camino que Dios les había preparado.  Ese momento crucial es donde el Espíritu de Dios empezó a realizar los planes que tenía para ellos;  ahí fue donde Agustin González fue ungido como Pastor.  El plan era de crecer este grupo de hermanos que aman a Dios con todo su corazón. Con una convicción fuerte empezaron a tener servicios en un parque en la cuidad de Los Feliz. 

La mano de Dios se empezó a mover y más familias empezaron asistir a los servicios en ese parque.  Día tras día la Iglesia siguió creciendo, la idea era de buscar un templo en donde la nueva Iglesia se pudiera congregar. Se encontró una Iglesia que le pudo prestar dos días de la semana para poder reunirse, esa fue la Iglesia del pastor Carlos Hurtado, llamada Misión Elim por la calle Temple en la ciudad de Los Angeles.

Después de un tiempo, la Iglesia Misión Elim se movió a otro local, y el Pastor Agustin González junto con el grupo de hermanos tomaron la oportunidad de quedarse con el edificio que se les prestaba.  Con el contrato del lease ya hecho y con posesión del edificio ya entregado solo quedaba un solo detalle bien importante…. Como se llamaría esta Iglesia llena de hermanos con un corazón completamente entregado para servir al Dios viviente, y hacer Su voluntad?  La respuesta fue bien sencilla y fácil de entender, salieron de un lugar de comodidad para forjar un nuevo camino, sin saber lo que les esperaba. Confiaron únicamente en la voluntad de Dios y Su palabra. La fuerza de ese grupo de hermanos fue lo que les permitió llegar a este punto, y al igual que un cuerpo unificado,  el consenso fue unánime. Llamarían a la iglesia Emmanuel. Porque mientras forjaban el camino que tenían por delante, sabían una cosa.  Emmanuel... Dios con nosotros


Bienvenido a la Iglesia de los guapos
— Agustin Gonzalez, Pastor Iglesia Evangelica Emmanuel